CON TAN SOLO 20 AÑOS, IRRUMPIÓ A LA FUERZA EN LOS OÍDOS DE AQUELLOS FANÁTICOS DEL FÚTBOL EN EL PAÍS ORIENTAL. NACIDO EN PANDO, URUGUAY, EL EXPLOSIVO DELANTERO PROYECTÓ EN DOS AÑOS UNA CARRERA LLENA DE ILUSIONES: DEBUTÓ EN PRIMERA, JUGÓ EL SUDAMERICANO SUB 20, LO COMPRÓ EL PALERMO DE ITALIA Y AHORA JUEGA SU PRIMERA COPA AMÉRICA.
POR CHRISTIAN LIVACHOF
"Soy un jugador rápido, tengo un buen juego aéreo y quizás me destaque más jugando por los costados o libre en el medio. No soy un nueve de área por mi físico, pero me siento cómodo jugando libre adelante", fue la clara frase que utilizó Abel Mathías Hernandez Platero, con 18 años, para presentarse ante los hinchas carboneros en 2008 cuando lo fichó Peñarol, el club de sus amores.
"Soy un jugador rápido, tengo un buen juego aéreo y quizás me destaque más jugando por los costados o libre en el medio. No soy un nueve de área por mi físico, pero me siento cómodo jugando libre adelante", fue la clara frase que utilizó Abel Mathías Hernandez Platero, con 18 años, para presentarse ante los hinchas carboneros en 2008 cuando lo fichó Peñarol, el club de sus amores.
"La joya", como lo apodan sus compañeros, es la esperanza del fútbol uruguayo por su explosividad, velocidad, dominio del balón, sacrificio y olfato goleador. Atrás quedaron las leyendas de Suárez, Cavani y otros tantos, que dejaron de ser promesas para convertirse en una realidad. El nombre propio que los hinchas de "La Celeste" utilizan para referirse al futuro es Abel Hernández.
Surgido de las inferiores de Central Español, lo rechazaron de Peñarol a los 11 años por que su pequeño físico no lo acompañaba para desarrollarse como jugador de fútbol. Sin bajar los brazos, el joven de Pando regresó de Montevideo para instalarse en Parque Batlle, e inició un vertiginoso y rápido ascenso como delantero.
A los 18 años, le detectaron una arritmia ventricular, que podía resultar riesgosa para su vida. A pesar de estar unos meses sin poder entrenar a causa de esta enfermedad, los médicos le dieron el alta y pudo regresar a las canchas.
Luego de unos pocos meses donde se mostró en Peñarol, en 2009 le llegó una oferta del fútbol italiano y él no la rechazó. Se mudó al US Palermo junto a su compañero Edinson Cavani. A pesar de que no ingresaba asiduamente, ya que la delantera titular era Cavani - Miccoli, en el verano del 2010 el ex Danubio se fué al Nápoli y Hernández pudo hacerse con el lugar que dejó vacante su compatriota.
Surgido de las inferiores de Central Español, lo rechazaron de Peñarol a los 11 años por que su pequeño físico no lo acompañaba para desarrollarse como jugador de fútbol. Sin bajar los brazos, el joven de Pando regresó de Montevideo para instalarse en Parque Batlle, e inició un vertiginoso y rápido ascenso como delantero.
A los 18 años, le detectaron una arritmia ventricular, que podía resultar riesgosa para su vida. A pesar de estar unos meses sin poder entrenar a causa de esta enfermedad, los médicos le dieron el alta y pudo regresar a las canchas.
Luego de unos pocos meses donde se mostró en Peñarol, en 2009 le llegó una oferta del fútbol italiano y él no la rechazó. Se mudó al US Palermo junto a su compañero Edinson Cavani. A pesar de que no ingresaba asiduamente, ya que la delantera titular era Cavani - Miccoli, en el verano del 2010 el ex Danubio se fué al Nápoli y Hernández pudo hacerse con el lugar que dejó vacante su compatriota.
Hoy día, lucha por hacerse un lugar en la Selección de Uruguay, tras haber jugado solo 6 partidos con la Selección Mayor. Figura en el último Sudamericano Sub 20, la Roma de Italia ya lo tiene en los planes para el mercado de Verano 2011.
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